lunes, febrero 06, 2006

Algunos miedos

En la tarde de hoy hemos hecho entrega de material para la realización del primer test de evaluación de percepción en los estudiantes, anexo al PEI (Programa de Enriquecimiento Instrumental) de Ruven Feuerstein; a su vez también se ha entregado el test diagnóstico del Proyecto Siguendo los pasos de Eratóstenes. Mientras hacíamos entrega del material hemos percibido algunas inquietudes por parte de determinados docentes. No solo el miedo a desarrollar algo novedoso, también el hecho de un elemento ineludible e imprescindible dentro de la dinámica tradicional de la enseñanza en el colegio: la compentencia, entre profesores y profesoras, competencia determinada por la cantidad de contenidos con que los estudiantes llenan sus respectivos cuadernos en las áreas establecidas. Al parecer, se tiene el concepto de buen profesor o profesora, aquel que avanza rápidamente y abarca de manera amplia los contenidos temáticos suscritos a cada área. Partiendo de lo anterior un profesor ha propuesto el manejo alternativo de los cuadernos, es decir, seguir con el método tradicional, llenando de contenido los cuadernos de las áreas más importantes, pero partiendo de los temas desarrollados en los PPA´s, a ésto se suma el hecho de complacer a los padres de familia, pues en el barrio es usual que los padres de familia evaluen el desempeño de cada docente de acuerdo a la mayor densidad de contenido consignado en cada cuaderno. Ésto nos indica que no solamente debemos romper paradigmas mentales en docentes sino también en padres de familia, quienes en última demuestran tener una fuerte influencia en el proceso enseñanza-aprendizaje de sus hijos e hijas y por ende llegan hasta tal punto que son capaces de determinar qué se debe y cómo se debe enseñar dentro de un aula de clase. El profesor asume así un papel no solo pasivo frente al gobierno, en cuanto a la implementación silenciosa de sus políticas educativas, sino que también se convierte en un ejecutor complaciente al servicio de los criterios educativos, errados o no, de los padres de familia. Por tanto, se hace necesario una reunión, ya programada con el rector para la semana entrante donde aclararémos con padres y estudiantes los objetivos perseguidos por nuestro proyecto y los cambios necesarios en el proceso de enseñanza de sus hijos e hijas. En cuanto a nosotros como grupo, consideramos que es importante mantener nuestras sesiones de los sábados. Ahora, partiendo del hecho que debemos convertirnos en intelectuales de la educación cabe anotar que esto implica el convertirnos en lectores y estudiosos incansables para no caer en el error de pasar a ser técnicos o tecnicistas de las ideas que otro u otros nos aconsejan hacer. De ahí la necesidad de dividir nuestras sesiones de los sábados en tres etapas:
  1. Hora de estudio. Dedicado al análisis de lecturas hechas durante la semana, ojalá que partan de libros de pedagogía y de educación, éste material debe ser cuidadosamente seleccionado por todos nosotros.
  2. Reflexión pedagógica. Análisis de las actividades llevadas a cabo con los estudiantes durante el transcurrir de la semana. Vale resaltar que dicho análisis, dicha reflexión nos lleve a la proposición de nuevas acciones de mejoramiento.
  3. Planeamiento. Aquí nos encargaremos de planear la semana siguiente.
No se debe olvidar algunas secciones de estudio dedicadas a la elaboración del currículo.

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